Tenía la manía

Tenía la manía de querer.
Siempre por encima de sus posibilidades.
De observar, callada y a escondidas,
cómo trataba de memorizar las cavidades del corazón.

-Ella solo era capaz de memorizar cada poro de su piel-

Tenía el vicio de tirarse por el barranco de su sonrisa y 
nada le gustaba más que autolesionarse una y otra vez contra sus metáforas.

Su sarcasmo le alargaba la vida, 
porque hay carcajadas con efecto fénix, 
capaces de matarte para luego hacerte renacer.

Tenía la capacidad de soñar más despierta que dormida, 
pero al final siempre se salía de la carretera de sus sueños 
por que esos ojos le deslumbraban.

- Y no hay Luna, satélite o planeta capaz de eclipsar ese brillo.-

La teoría de la relatividad se convertía en un juego de niños cuando estaba a su lado. 
Porque jamás unos ojos brillaron tanto, 
ni un secreto fue tan obvio.

- 2015.